Hasta ahora la mayoría de Indicadores de Desempeño Energético estaban fijados en kWh o incluso en valores económicos, pero creemos que rara será la organización que en el próximo ejercicio no empiece a establecer sus objetivos energéticos en emisiones de CO2 con la neutralidad en emisiones en el horizonte.
Todas las Directrices tanto internacionales como europeas están empezando a fijar objetivos ambiciosos para reducir considerablemente las emisiones de CO2. En este sentido los objetivos vinculantes para la UE en 2030 son los siguientes:
Según el estudio realizado por el Ministerio de Transición Ecológica para España, las medidas contempladas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) permitirán alcanzar los siguientes resultados en 2030:
El objetivo de todas estas medidas es intentar alcanzar la neutralidad de emisiones de GEI de España en 2050, en coherencia con las posiciones adoptadas por la Comisión Europea y la mayoría de los Estados miembros. Este supondrá la reducción de, al menos, un 90% de las emisiones brutas totales de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990 para 2050.
¿Pero cómo puede una organización llegar a cumplir estos objetivos tan ambiciosos? Pues el primer paso consistiría en elaborar un Plan de Descarbonización que sirva como hoja de ruta para diseñar todos los cambios necesarios en la organización. Estamos viviendo un momento histórico en este sentido, y el que no haga los deberes en el corto plazo tendrá problemas para poder conseguir estos objetivos en el futuro.
Elaborar un Plan de Descarbonización consiste en desarrollar una hoja de ruta para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y 2050. Propondríamos que esto se centre inicialmente en las emisiones de alcance 1 y 2 que están bajo el control de la gestión de la propia organización. Debería prestarse especial atención inmediata al ámbito 1 (emisiones directas procedentes de la combustión de combustibles fósiles in situ).
Estos Planes de Descarbonización deberán ser ambiciosos y adaptarse a las necesidades de cada organización. Para ello deberán seguir los siguientes pasos.