Atmósferas explosivas

Una atmósfera explosiva (ATEX) ocurre cuando el aire se mezcla con sustancias inflamables, creando condiciones peligrosas en entornos industriales como plantas químicas, refinerías y silos de grano

Una atmósfera explosiva (ATEX, del francés "ATmosphères EXplosibles") es una mezcla de aire con sustancias inflamables en forma de gas, vapor, polvo o fibras. En estas atmósferas, después de una explosión, la combustión se propaga a toda la mezcla no quemada. Las atmósferas explosivas son comunes en entornos industriales donde se manejan materiales peligrosos, como plantas químicas, refinerías, silos de grano y plantas de tratamiento de aguas residuales.

Componentes de las Atmósferas Explosivas

Los principales componentes de una atmósfera explosiva incluyen:

Combustible: Puede ser gas, vapor, polvo o fibras combustibles.
Oxígeno: Presente en el aire en cantidades suficientes para mantener la combustión, también conocido como comburente.
Fuente de ignición: Puede ser una chispa, una llama, una superficie caliente o una descarga eléctrica.

La combinación de estos elementos en proporciones adecuadas, junto con una fuente de ignición, puede provocar una explosión. Este conjunto se denomina "triángulo de fuego". Para que se produzca una explosión, las cantidades de combustible y comburente deben ser correctas; de lo contrario, la reacción no se generará.

Prevención y protección en atmósferas explosivas

Para mitigar los riesgos asociados con las atmósferas explosivas, es fundamental implementar medidas de prevención y protección, como:

Evitar la formación de atmósferas explosivas: Utilizando equipos e instalaciones adecuados para impedir la presencia de fuentes de ignición.
Evaluación de riesgos gracias a la auditoría energética: Analizando la probabilidad de formación de una atmósfera explosiva, su extensión, duración y la posibilidad de contacto con una fuente de ignición (según el Real Decreto 681/2003).
Medidas de protección: Atenuar los efectos de la explosión, controlando la orientación de la misma para minimizar daños personales y materiales.

Normativa ATEX y clasificación de emplazamientos

La normativa ATEX regula las condiciones de trabajo en ambientes con riesgo de explosión en Europa. Define directrices para la clasificación de áreas y la selección de equipos y sistemas de protección adecuados para atmósferas explosivas.

Los emplazamientos ATEX son áreas donde existe o podría existir una atmósfera explosiva, por lo que requieren medidas específicas de prevención y protección para garantizar la seguridad. Existen dos tipos de emplazamientos para este tipo de atmósferas:

Emplazamientos de Clase I: Áreas producidas por gases, vapores o nieblas, como digestores, gasolineras o talleres de pintura. Factores clave: estado físico de la sustancia, sistema de contención, punto de inflamación, temperatura de ignición, entre otros.
Emplazamientos de Clase II: Áreas producidas por polvo inflamable, como silos de grano o instalaciones farmacéuticas. Factores clave: granulometría, humedad, temperatura de inflamación, entre otros.

Clasificación de Zonas ATEX en atmósferas explosivas

Una vez seleccionado el emplazamiento, se clasifica según las zonas ATEX, áreas de riesgo donde pueden formarse atmósferas explosivas que requieren precauciones especiales:

Zona 0 (Clase I) y Zona 20 (Clase II): Áreas donde la atmósfera explosiva está presente continuamente o durante largos periodos.
Zona 1 (Clase I) y Zona 21 (Clase II): Áreas donde es probable la formación de una atmósfera explosiva en condiciones normales de operación.
Zona 2 (Clase I) y Zona 22 (Clase II): Áreas donde la formación de una atmósfera explosiva es poco probable y de corta duración.

Equipos y sistemas de protección para atmósferas explosivas

Los equipos y sistemas de protección se clasifican según su capacidad para evitar la ignición de atmósferas explosivas:

Categoría 1: Máximo nivel de protección, para usar en áreas con atmósferas explosivas presentes de manera continua (Zonas 0 y 20).
Categoría 2: Alto nivel de protección, para áreas donde la atmósfera explosiva es probable en condiciones normales de operación (Zonas 1 y 21).
Categoría 3: Protección básica, para áreas donde la atmósfera explosiva es improbable y de corta duración (Zonas 2 y 22).