Si te enfrentas a la tarea de realizar la auditoría energética para cumplir con el Real Decreto 56/2016, estás en el momento perfecto para optimizar el proceso y obtener el máximo beneficio. A continuación, te presentamos algunas recomendaciones clave para asegurar que esta evaluación sea exitosa y aporte verdadero valor a tu organización.
Es fundamental que las organizaciones no pierdan de vista la obligatoriedad de realizar auditorías energéticas cada 4 años, como establece el RD 56/2016. Este mandato aplica a todas las empresas que no sean PYMEs, es decir, aquellas con un volumen de negocio superior a 50 millones de euros o con más de 250 empleados. Si aún no has cumplido con este requisito, es crucial que lo hagas lo antes posible para evitar posibles sanciones.
Aunque la auditoría energética es un requisito legal, también es una excelente oportunidad para identificar áreas de mejora y reducir costes energéticos. Considera esta evaluación como un punto de partida para establecer un plan de acción que optimice la eficiencia energética de tu organización, logrando un retorno de inversión en un corto plazo.
Según el RD 56/2016, la auditoría debe cubrir al menos el 85% del consumo energético de la organización, incluyendo todas las fuentes de energía. Es crucial que no pases por alto el consumo energético de la flota de vehículos, que en muchos casos supera al de las instalaciones. Asegúrate de disponer de datos precisos para seleccionar y justificar adecuadamente el alcance de la auditoría, y compara cuidadosamente las ofertas de los auditores para garantizar que todos los aspectos relevantes estén cubiertos.
La elección de un auditor con experiencia es vital para obtener una evaluación de calidad. Un auditor experimentado no solo identificará oportunidades básicas, como la sustitución de luminarias o la optimización de la potencia eléctrica, sino que también detectará ajustes sencillos que no requieran grandes inversiones pero que puedan generar importantes ahorros. Asegúrate de que el equipo auditor sea independiente y cuente con experiencia en tu sector para garantizar una auditoría imparcial y efectiva.
Realizar la auditoría energética en el último momento puede comprometer su calidad debido a la limitada disponibilidad de auditores y a la prisa por cumplir con los plazos. Es recomendable iniciar el proceso con antelación, asegurando así una evaluación detallada y efectiva que aporte verdadero valor a tu organización.
En este tercer ciclo de auditorías, es fundamental que las evaluaciones se orienten no solo hacia la identificación de medidas de ahorro energético, sino también hacia la reducción de emisiones de CO2. Las acciones detectadas pueden servir como base para desarrollar el Plan de Descarbonización de tu empresa, ayudándote a cumplir con los objetivos medioambientales y normativos.
Implantar un Sistema de Gestión Energética (SGEn) basado en la norma ISO 50001 puede eximir a tu empresa de realizar futuras auditorías energéticas, según el RD 56/2016. Además, con la próxima transposición de la Directiva de Eficiencia Energética (EU/2023/1791), la ISO 50001 será obligatoria para organizaciones con consumos superiores a 85 TJ anuales. Este sistema no solo te permitirá cumplir con la normativa, sino que también facilitará la gestión energética integral y sostenible de tu organización.
Una auditoría debidamente realizada por expertos en ISO 50001 puede dejar cubierto alrededor del 60 o 70% de un SGEn, por lo que una inmediata implantación del Sistema sería más sencilla y económica. Si optas por esta solución, este sería el último ciclo en el que tendrías que realizar una auditoría energética, ya que tu SGEn estaría listo muy
pronto.
